Había una vez dos ratoncitos y dos hombrecillos que vivían en un laberinto. Estos cuatro personajes dependían del queso para alimentarse y ser felices. Como habían encontrado una habitación repleta de queso, vivieron durante un tiempo muy contentos. Pero un buen día el queso desapareció… 1
Con esta sencilla fábula aprenderemos a adaptarnos a un mundo en constante transformación, y a entender que las fórmulas que en un momento sirvieron pueden quedar obsoletas con el paso del tiempo.
Comenzar a invertir es un gran paso de transformación que puede intimidar al principio pero que puede ser muy sencillo y seguro dependiendo de las opciones que tomemos.
¿Qué queremos invertir o ahorrar?
Ahorrar sería reservar una parte de nuestro dinero al mes e ingresarla en el banco o esconderla debajo del colchón. Es algo muy sencillo y muy seguro, pero… ¿nos interesa?
Probablemente no. Probablemente queremos que ese dinero vaya aumentando con el paso del tiempo. Y existen muchas herramientas para que eso suceda.
1. Cuentas remuneradas
Actualmente hay opciones de inversión muy buenas en cuentas remuneradas. Son cuentas como las que tradicionalmente usamos pero que ofrecen un interés por tu dinero. Normalmente abonan el interés mensualmente y están garantizadas por el fondo de garantías del Banco de España. Estas cuentas permiten que hagas tanto ingresos como retiradas de efectivo en cualquier momento y de manera libre. Recordad que el fondo de garantías del Banco de España garantiza el capital (o sea el dinero) que tenemos en las cuentas de los bancos adheridos hasta los 100.000 euros. Esto significa que aunque el banco quiebre nuestro dinero está a salvo. Puedes consultar si tu banco está adherido a este fondo de garantías en su página web. De todos modos, los bancos españoles más habituales están adheridos.
- Pros: Seguro, sencillo
- Contra: Rentabilidad limitada
2. Depósitos
Otra opción muy buena y de muy bajo riesgo son los depósitos. Al igual que en las cuentas remuneradas depositas tu dinero en una cuenta de una entidad bancaria tradicional pero con la condición de que no lo vas a retirar en un plazo determinado de tiempo. Los plazos son variables, pueden ir de los tres meses a los dos años típicamente. Como contrapartida, la entidad bancaria te abona un interés. Este interés suele ser más alto que en el caso de las cuentas remuneradas. Normalmente el interés se abona al finalizar el plazo acordado. Este tipo de herramienta también suele estar garantizadas por el fondo de garantías del Banco de España. En muchas ocasiones te permiten retirar el dinero antes del plazo establecido pero, en ese caso, como penalización, no te pagan intereses.
- Pros: Seguro, sencillo, rentabilidad algo superior a las cuentas remuneradas
- Contra: El dinero queda bloqueado por un tiempo
En este punto vamos a hablar del efecto mágico del interés compuesto. Como hemos comentado antes, los bancos te pagan un interés por tu dinero. Vamos a comparar la diferencia entre meter debajo del colchón 300 euros al mes durante 10 años con la opción de ingresar 300 euros al mes durante 10 años a un depósito al 3%.

Como puedes ver, en el caso de meter el dinero debajo del colchón, habrías ahorrado unos 35.000 euros. Sin embargo, utilizando la misma cantidad de dinero pero invirtiéndolo en depósitos a plazo fijo habrías obtenido más de 41.000 euros.
¿Qué pasa si ampliamos el plazo a 20 años?

Si ampliamos el plazo a 20 años la diferencia es mucho mayor. 72.000 euros debajo del colchón frente a casi 97.000 euros en depósitos a plazo fijo.
Y en un plazo de 30 años:

Como puedes ver, en el caso de meter el dinero debajo del colchón, habrías ahorrado unos 108.000 euros. Sin embargo, utilizando la misma cantidad de dinero pero invirtiéndolo en depósitos a plazo fijo habrías obtenido más de ¡¡170.000 euros!!
¡¡Este es el motivo por el que te interesa invertir tu dinero!!
Como ves ya vamos viendo opciones de cómo empezar a invertir.
3. Planes individuales de ahorro sistemático (PIAS)
Los PIAS son seguros individuales de ahorro a largo plazo que permiten completar la pensión tras la jubilación. La diferencia con respecto a los planes de pensiones es que se pueden recuperar antes de la jubilación. Tienen bastante condicionante legal y limitaciones así que te recomiendo que te asesores bien antes de empezar a invertir en este tipo de producto. La idea fundamental es que se van aportando cantidades de dinero de forma periódica al plan de ahorro (por ejemplo mensualmente) y la compañía te asegura un interés mínimo por ese dinero. El interés es conocido con antelación. No se pueden aportar más de 8.000 euros al año a este tipo de productos.
- Pros: Buena fiscalidad si sigues las condiciones.
- Contras: Cierta complejidad.
4. Deuda pública (Letras del Tesoro)
Otra opción de inversión es la deuda pública, normalmente mediante la compra de letras del Tesoro. Las letras del Tesoro puede generar un interés similar a los depósitos y vienen respaldada por el Estado. También se compran por un plazo determinado de tiempo que puede ser tres, seis, nueve y doce meses. Las letras tienen un valor nominal de 1.000 euros. Esto significa que la cantidad mínima que se puede comprar son 1.000 euros. Las letras del Tesoro se pueden comprar en las sucursales del Banco de España, se puede acudir directamente a una subasta del Tesoro Público o a través de intermediarios como una entidad bancaria.
- Pros: Seguro, rentabilidad algo superior a las cuentas remuneradas.
- Contra: El dinero queda bloqueado por un tiempo, algo más engorroso de contratar que un depósito.
5. Fondos indexados
Seguimos con más opciones acerca de cómo empezar a invertir. Esta es la primera opción que os presento que se basa en la bolsa. Esto quiere decir que vuestro dinero no está asegurado. Podéis perder dinero.
Los fondos indexados son una herramienta de inversión basada en la bolsa que pretende bajar riesgos y costes y maximizar los resultados. ¿Cómo se consigue esto?
– Consiguen bajar el riesgo comprando trocitos muy pequeños (acciones) de muchas empresas que se dedican a negocios muy diferentes y de todo el planeta. Al hacer esto consiguen lo que se denomina “diversificar riesgo”. Es decir, diluyes el riesgo de que las cosas salgan mal. Es como en el dicho de todos los huevos en la misma cesta. Pues lo mismo.
– Consiguen bajar los costes mediante plataformas en internet que se gestionan de manera automatizada.
– Consiguen obtener beneficios para tu dinero porque se basan en la siguiente idea: La bolsa, estadísticamente, a largo plazo, siempre ha subido. Ojo que cada palabra de esta frase cuenta y mucho. A lo largo de la historia, tomando un plazo suficientemente amplio de años, la bolsa, de media, siempre se ha revalorizado.
A continuación podéis ver la evolución en el largo plazo de un indicador bursátil de Estados Unidos (de la bolsa, vaya), el SP500:

Podéis ver la revalorización que se ha producido desde los años 70 hasta ahora (aproximadamente un 1500%).
¿Que dónde podéis contratar este tipo de productos? Existen varias opciones. Las principales serían Indexa Capital, Myinvestor e Inbestme.
- Pros: Rentabilidad superior a las otras opciones.
- Contras: Pensado para invertir a largo plazo (+5 años). Puedes perder dinero, especialmente en el corto plazo.
6. Fondos de inversión
Los fondos de inversión también son otros productos de inversión formados por el patrimonio de muchas inversores. Este tipo de productos son los que suelen vender las entidades bancarias tradicionales en su venta a particular en oficina. Es decir, se dedican a recoger cantidades de dinero de mucha gente y usan ese dinero para hacer inversiones. El banco actúa como gestor de ese dinero y cobra una comisión por esa gestión. Y, ¿qué hace exactamente el banco con ese dinero? Pues lo utiliza para hacer inversiones en diferentes productos financieros como renta fija, renta variable (bolsa), u otros productos financieros más complejo.
Teóricamente esa gestión particularizada hace que las rentabilidades sean mejores que las de las propuestas anteriores.
Hay muchos tipos de fondos de inversión. Existen incluso fondos temáticos que invierten solo en energía o en salud, por ejemplo. Dependiendo del fondo hay unas rentabilidades previstas u otras. Normalmente la rentabilidad está asociada al nivel de riesgo que cada uno quiera asumir.
- Pros: No le veo muchos, la verdad. Teóricamente mejor rentabilidad que las opciones anteriores.
- Contras: Mayores comisiones de gestión. Mayor riesgo que las opciones anteriores.
7. Invertir en renta variable (Bolsa)
Otra opción es invertir en la bolsa directamente. Es decir, elegir una o varias compañías y comprar directamente acciones de esas compañías. Hay muchos portales en Internet que te permiten hacer eso de forma muy fácil. Unos de los más conocidos son eToro y Degiro.
Aunque esta opción es muy sencilla de “ejecutar”, es de las más complejas a la hora de decidir qué acciones comprar. Los profesionales hacen análisis muy sesudos de las compañías antes de decidirse por una u otra opción. Además de eso hay que elegir en qué mercado se quiere operar: ¿empresas de España, de USA, Japón, otros mercados?
- Pros: Si aciertas puedes ganar mucho dinero
- Contras: Es muy difícil acertar 🙂 Y si no aciertas puedes perder mucho dinero, sobre todo en el corto plazo, es decir, si por lo que sea necesitas dinero y tienes que vender las acciones.
Nota: Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Invertir tiene riesgo de pérdida de capital.
- Quién se ha comido mi queso, Spencer Johnson ↩︎